Lecturas y Comentarios



PARROQUIA Nª Sª DE LA SALUD - SEVILLA - DOMINGO 1º DE ADVIENTO C – 2 DE DICIEMBRE DE 2018
(Tomada de PARROQUIA DE SAN PÍO X)

ORACIÓN PARA DISPONER EL CORAZÓN:

Espíritu del Dios-Amor-Justicia, haz que mi espera sea activa. Líbrame del pesimismo y lléname de esperanza. Ayúdame a vivir, como Jesús, y, así, renacer de nuevo. Hazme fuerte para denunciar al que bendice la injusticia y a combatir la economía que mata a las personas. Dame coraje para afrontar el abandono de mi barrio y de todos los barrios y dar hondura y constancia a mi compromiso por la justicia. Amén.

EL ADVIENTO DE LA ESPERANZA

No es fácil la esperanza, para nuestros barrios. Quizás no lo fue nunca. Pero hoy es más visible su inseguridad, su pobreza, su exclusión, su abandono.

Pero, Jesús se ha metido entre nosotros y ha sembrado nuestras calles de semillas de esperanza. ¿Es que acaso no has oído sus pasos silenciosos en la dolorosa situación de más de 2.748 familias, sin recursos algunos? Ahora, Dios nos ruega que nos atrevamos a esperar con Jesús una vecindad más solidaria y unas asociaciones más abiertas a los débiles. Por eso, nos pide que activemos una palabra de esperanza para la gente, un signo de justicia y un grito de ¡basta ya!…

El Adviento quiere encaminarnos a una esperanza de mirada limpia y a poner voz a nuestra oración: “Señor Jesús, ayúdanos a recorrer este camino de esperanza”. Para ello, nos proponemos, como Comunidad, recorrer el camino de Adviento, abordando un aspecto de la Esperanza en cada uno de sus Domingos. Así:

El Primer Domingo: Convertirnos en “buscadores de signos de esperanza en nuestros barrios”. Hay mil señales de esperanza entre nosotros, pero solo las ven quienes tienen los ojos abiertos. Dios, nos invita a la sorpresa: “Mirad, ya está brotando lo nuevo, ¿no lo notáis?” (Is 43,18-19).

El Segundo Domingo: Convertirnos en “animadores de la esperanza”, convencidos de que el amor enciende la mecha mortecina de la lucha, es fuente de justicia, crea solidaridad y enciende la esperanza en aquel otro día en que vivamos en Comunión.

El Tercer Domingo: Convertirnos en testigos de la esperanza, dando a otros razones para vivir y para espera.

El Cuarto Domingo: Convertiremos en anunciadores de una esperanza, anunciando con la vida a Jesús, en él se han cumplido todas las esperanzas; acompañando a los más débiles; creyendo en la bondad de un Padre que con su ternura y amor, superará todas las fuerzas fratricidas.


LA PALABRA DE DIOS:

Primera Lectura: Jeremías 33, 14.16:

El profeta, después de la destrucción de Jerusalén, se dirige a un pueblo desolado, para decirle que Dios no lo ha abandonado, que hará regresar a los cautivos y los perdonará. Ese día el Señor hará brotar un rey justo, no como los reyes que los llevaron al destierro, que será llamado: “Dios es nuestra justicia”.

Segunda Lectura: Tesalonicenses 3, 12–4, 2:

Jesús vino en humildad, como un obrero de Nazaret, que vivió el Proyecto de Dios y, por ello, fue crucificado y resucitado. Por eso, Pablo exhorta a la comunidad a mantenerse fiel a Jesús y esperar activamente en Él, porque Él es ese “rey” esperado. Y así “agradar a Dios”.

Evangelio: Lucas 21, 25-28.34-36

“Dijo Jesús a sus discípulos: Habrá signos en el sol y la luna y las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, enloquecidas por el estruendo del mar y el oleaje. Los hombres quedarán sin aliento por el miedo y la ansiedad ante lo que se le viene encima al mundo, pues los astros se tambalearán. Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y majestad. Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza: se acerca vuestra liberación. Tened cuidado: no se os embote la mente con el vicio la bebida y los agobios de la vida, y se os eche encima de repente aquel día; porque caerá como un lazo sobre todos los habitantes de la tierra. Estad siempre despiertos, pidiendo fuerza para escapar de todo lo que está por venir y manteneros en pie ante el Hijo del hombre”.

PARA COMPRENDER MEJOR EL TEXTO:

CONTEXTO:
El evangelio de hoy refleja los miedos y las incertidumbres de las primeras comunidades, que vivían en medio del Imperio romano entre conflictos y persecuciones, con un futuro incierto y sin saber cuando volvería Jesús. Incluso las exhortaciones que nos transmiten, bien pueden ser, las palabras de ánimo, que unos se daban a otros, recordando las palabras de Jesús. Y que bien pueden ayudarnos en nuestros días.

EXPLICACIÓN: El recuerdo de las palabras de Jesús, en aquella situación, les hace ver que, más que temer han de ponerse en pie y alzar la cabeza, “porque se acerca la liberación”. Y esto, también, vale para nosotros hoy. Aunque vivamos momentos llenos de dolor, la liberación de Jesucristo es ya una realidad, que se hace presente a través de todas las personas que trabajan por una sociedad más justa y solidaria. De ahí, su invitación a “estar despiertos”.

CONCLUSIÓN: Si el Señor ha vencido la muerte y ha resucitado, podemos encontrarlo en la vida, en el mundo. Y, ahí, nos está invitando a poner nuestra vida al servicio de construir un mundo verdaderamente humano, justo y solidario. Por tanto, Lucas, en este evangelio, no está interesado en describir cosas que van a suceder en el futuro, sino darnos razones y motivos que alimenten nuestra esperanza de que otro mundo es posible.

PARA DIALOGAR EN EL GRUPO O EN LA FAMILIA

Dicen que “la esperanza es lo último que se pierde”. Pero la realidad es que algunos ya la han perdido o están a punto de perderla. Por eso, vamos a dialogar sobre la esperanza, pero partiendo de la realidad que vivimos a nuestro alrededor:

La gente, en la situación actual, ¿qué esperanzas tiene?
Los cristianos, ¿qué podemos aportar para despertar la esperanza en mundo más humano?


PARA REFLEXIONAR PERSONALMENTE

¿Qué signos, por pequeños que sean, descubro a mi alrededor, familia, vecinos, asociación, trabajo…?

PARA ORAR PERSONALMENTE Y/O EN FAMILIA

  • Haz sobre ti la señal de la cruz. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. Acoge al Señor, el quiere conversar contigo, darte ánimos e implicarte con él en la construcción del Reino de Dios.
  • Toma conciencia de la situación de las personas que te rodean. Mira sus vidas tan maltratadas por la injusticia. Al menos, fíjate en una persona que lo está pasando mal… Pídele al Espíritu Santo que te ayude a descubrir cómo Dios está en ahí.
  • Termina con esta oración con un compromiso: Piensa en alguien que necesita tus ánimos y ve a echar un rato con él o con ella.
  • Y termina con esta oración:

Al comenzar un nuevo Adviento, te pido, Señor, que robustezcas mi esperanza. Ayúdame a que mi caridad y mi misericordia no decaiga; a que mi oración sea más intensa.
Señor, lléname de tus sueños; que cada día me levante con la esperanza de caminar hacia tu Reino; que sepa defender la justicia debida a los débiles, reivindicar pan y cultura para los pueblos ignorados, respeto a los derechos de los trabajadores, y por encima de todo que lo haga con y por amor.


DIOS ESTÁ CERCA, MUY CERCA…

¡Vamos, levantaos, se acerca vuestra liberación!
Mirad sus signos a vuestro alrededor.
¿No lo veis en el barrio, en la fábrica,
en la Comunidad, en vuestra propia casa
y en vosotros mismos, sin ir más lejos?
Restregaos los ojos,
mirad con esperanza el horizonte,
escuchad las buenas nuevas,
dejaos despertar por la brisa.
¡Dios está cerca, muy cerca!

¡Venga, levantaos, alzad la cabeza!
La gente se angustia por todo
y anda sin aliento, dando tumbos
de acá para allá, viviendo sin vivir,
echando a perder su vida.
Se desviven en fuegos fatuos,
en espejism
os de desiertos,
en vagas añoranzas.
Recobrad el aliento.
¡Dios está cerca, muy cerca!

¡Ánimo, levantaos, permaneced despiertos!
No se os embote la mente
ni se enfríe vuestro corazón,
con tanta preocupación
por lo que os pasará o por qué haréis,
cuándo sucederá y por qué,
cómo escaparéis de la red de la moda
o de la fiebre de las rebajas.
Nadad contra corriente.
¡Dios está cerca, muy cerca!

¡Hola, levantaos,
y poneos en marcha con ilusión renovada!
Otead el horizonte.
Vivid atentos a los susurros,
a los lloros, gritos y risas de la humanidad entera.
Dios está cerca.
Disfruta la vida y haz que los otros la disfruten contigo.
Dejad lo vano y lo estéril.
Pedid fuerza para la espera.
Dios está cerca, muy cerca.

RECUERDA

  • Continuamos con la “oración de los jueves”, después de la eucaristía


Lecturas y Comentarios Lecturas y Comentarios Reviewed by Parroquia de la Salud on noviembre 29, 2018 Rating: 5
© Parroquia de Nuestra Señora de la Salud (Sevilla). Con la tecnología de Blogger.