Celebración Comunitaria de la Reconciliación

Parroquia Nª Sª de la Salud
22 de marzo de 2018

MONICIÓN DE ENTRADA

Nos acercamos a la celebración de la Pascua. La Pascua es vida nueva, morir con Cristo y resucitar con Él, el triunfo del Espíritu. Es lo que significamos con fuerza en el Bautismo y la Eucaristía, sacramentos pascuales.
En esta celebración penitencial, que es como una prolongación de la gracia del Bautismo, queremos unirnos también a la muerte y resurrección de Cristo. Por eso fijamos los ojos en él, Jesús crucificado. Nos acercamos a él, para que a través del sacramento, nos alcance los dones de la resurrección, el agua, la sangre y el Espíritu. Ríos que brotaron de su costado y llegan hasta nosotros en los sacramentos.

Canto: “Juntos como hermanos

          JUNTOS COMO HERMANOS
          MIEMBROS DE UNA IGLESIA
          VAMOS CAMINANDO
          AL ENCUENTRO DEL SEÑOR
          Un largo caminar
          Por el desierto bajo el sol
          No podemos avanzar
          Sin la ayuda del señor

SALUDO DEL CELEBRANTE

En el nombre del padre...

Que el amor del Padre que en Jesús se manifestó como perdón, esté con todos vosotros.
Estamos aquí porque Dios nos quiere y nos llama a la conversión. Somos importantes para Él, a pesar de nuestros pecados. El nos ha traído aquí; su mano, su ternura, su misericordia nos llaman. Experimentemos hoy a ese Dios. Sintamos su amor.

ORACIÓN:

Padre bueno, aquí estamos tus hijos necesitados de perdón. Muchas veces hemos experimentado la dureza de la vida. Pero muchas veces hemos tratado con dureza a los demás. Hoy, ponemos ante Ti todo lo que somos: nuestros deseos e ilusiones, nuestros éxitos y nuestros fracasos, nuestros pecados y nuestras virtudes. Todo, Señor, lo ponemos ante ti para que Tú lo purifiques y lo transformes en bendición.

         Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

PRESENTACION DE TRES SÍMBOLOS


(Se van presentando y mostrando sucesivamente a todos los presentes, dejándolos en un lugar visible)

A. BARRO. El barro nos recuerda la ceniza. Evoca nuestra condición débil y caduca. Aquello que a todos nos iguala por abajo. La Biblia dice que Dios formó al hombre con polvo de la tierra (Gen 27). Eso es lo que significa el nombre de Adán. Y se le recuerda precisamente que ése es su fin: “Hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste hecho
(Gen 3,19). El polvo es el origen y el destino del hombre, en lenguaje metafórico y, a la vez, realista. En forma de barro sugiere además nuestra condición pecadora. Está manchado nuestro corazón.

B. AGUA. Con polvo iniciamos la Cuaresma el Miércoles de Ceniza. Iniciamos así un camino que nos conduce a la Pascua. En la Vigilia Pascual, con toda la Iglesia, celebraremos la resurrección de Cristo, y renovaremos nuestra vida con las aguas bautismales, que nos rociarán. Las manchas del pecado son lavadas y arrancadas del corazón.

C. GRANOS DE TRIGO. Una vez lavados, somos invitados a la conversión. A transformar nuestra vida, pero no de cualquier manera. Estamos llamados a compartir la suerte de Jesús de Nazaret: Fue grano de trigo que cayó en tierra y, porque se pudrió, pudo producir el fruto de la vida, de la justicia y del amor. Sólo quien pierde la vida, la gana verdaderamente. Solo quien se entrega es quien recibe en abundancia.

LITURGIA DE LA PALABRA

1ª lectura: I San Juan 3 10-18

      Mirad que llegan días –oráculo del Señor– en que haré una alianza nueva con Israel y con Judá: no será como la alianza que hice con sus padres cuando los agarré de la mano para sacarlos de Egipto; la alianza que ellos quebrantaron y yo mantuve –oráculo del Señor–; así será la alianza que haré con Israel en aquel tiempo futuro –oráculo del Señor–: meteré mi ley en su pecho, la escribiré en su corazón, yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo; ya no tendrán que enseñarse unos a otros, mutuamente, diciendo: “Tienes que conocer al Señor”, porque todos, grandes y pequeños, me conocerán –oráculo del Señor–, pues yo perdono sus culpas y olvido sus pecados.

Canto:
        Querido Padre cansado vuelvo a Ti
        Haz que conozca el don de tu amistad,
        Vivir por siempre el gozo del perdón,
        Y en tu presencia tu fiesta celebrar.
        Pongo en tus manos mis culpas oh Señor
        Estoy seguro de que eres siempre fiel
        Dame la fuerza para poder andar,
        Buscando en todo hacer tu voluntad.
        Padre, yo busco tu amor;
        Padre vuelvo a Ti.
        Mira que tu hijo soy
        Padre vuelvo a Ti.

Evangelio: Juan 12 20-33

Había unos griegos que habían subido para los cultos de la fiesta. Se acercaron a Felipe, el de Betsaida de Galilea, y le pidieron: —Señor, queremos ver a Jesús. Felipe va y se lo dice a Andrés; Felipe y Andrés van y se lo dicen a Jesús.
Jesús les contesta: “Ha llegado la hora de que este Hombre sea glorificado. Os aseguro que, si el grano de trigo caído en tierra no muere, queda solo; pero si muere, da mucho fruto. El que se aferra a la vida la pierde, el que desprecia la vida en este mundo la conserva para una vida eterna. El que quiera servirme, que me siga, y donde yo estoy estará mi servidor; si uno me sirve, lo honrará el Padre. Ahora mi espíritu está agitado, y, ¿qué voy a decir? ¿Que mi Padre me libre de este trance? No; que para eso he llegado a este trance. Padre, da gloria a tu Nombre. Vino una voz del cielo: Lo he glorificado y de nuevo lo glorificaré”.
La gente que estaba escuchando decía: “Ha sido un trueno”. Otros decían: “Le ha hablado un ángel”.
Jesús respondió: “Esa voz no ha sonado por mí, sino por vosotros. Ahora comienza el juicio de este mundo y el príncipe de este mundo será expulsado. Cuando yo sea elevado de la tierra, atraeré a todos hacia mí” --lo decía indicando de qué muerte iba a morir-.

Homilía

LITURGIA DEL PERDÓN

Examen de conciencia:


     Nos preguntamos:

          • Personalmente… 

Afirmación: Dios quiere que tú seas feliz, que te cuides y que te quieras. Dios quiere que te valores, para poder valorar a los demás. Dios quiere que seas positivo contigo.
Para la reflexión: ¿Siento que con los años voy ganado en humanidad, o retrocediendo? ¿Vivo con esperanza en medio de las dificultades que la vida me va presentando? ¿Trasmito esperanza a mi alrededor o, más bien, lamentos y pesimismo? ¿Todo lo veo mal? ¿Soy pesimista? ¿Qué vicios me están destruyendo como persona? Bebida, drogas, sexo…

          • En relación con los demás…

Afirmación: Cristo es la luz del mundo y nos invita también a ser luz. Luz para ayudar a otros a salir de la oscuridad. Luz para iluminar con la verdad de Dios las mentiras de una sociedad que levanta ídolos. Luz para dar alegría y esperanza en medio de la tristeza y del temor.
Para la reflexión: ¿Soy capaz de ceder en mis intereses por favorecer a los otros? ¿Soy orgulloso y prepotente, tratando de anular o sobresalir por encima de los demás? ¿Ando siempre obsesionado con mi imagen, o soy capaz de aceptarme como soy? ¿Acepto también a los demás como son? ¿Respeto a los otros en sus personas, sus ideas, en sus propiedades? ¿Me preocupo por alegrar la vida de los que me rodean o ando siempre quejándome y exigiendo? ¿Tengo verdadera preocupación por los que forman mi familia? ¿Soy cariñoso y detallista con mi esposa, marido, hijos…? ¿Doy buen ejemplo a los hijos, me preocupa el diálogo y la convivencia en el hogar?

          • Como cristiano…

Afirmación: Ser cristiano es ser discípulo de Cristo, que decía el catecismo. Es caminar por las huellas que Él marcó. Es seguir sus pasos, amar como él amó, ser capaz de perdonar. Ser luz para el que quiere ver. Ser cristiano es ser otro Cristo.
Para la reflexión: ¿Me tomo en serio mi vida de cristiano? ¿Acepto la misión que Jesús me ha encomendado? ¿Soy capaz de crear paz en mis relaciones? ¿Busco el bien de los demás o más bien busco solo mi comodidad? ¿Acudo con los hermanos a celebrar la eucaristía los domingos y otros días? ¿Cuento con Dios en mi vida? ¿Soy capaz de hablar de Dios y Jesucristo a los demás o me da vergüenza? ¿Soy una mujer, un hombre de oración? ¿Qué lugar ocupa Dios en la vida familiar? ¿Hago oración con los míos?

          • En relación con la Iglesia y mi parroquia…

Afirmación: Hay muchos que dicen que creen en Cristo, pero no en la Iglesia. Pero no es posible creer en el fundador y no en su obra. La fe tiene una dimensión personal y comunitaria. Creemos y nos salvamos en comunidad, en Iglesia. La Iglesia es la gran familia de los que creemos en Jesucristo como salvador.
Para la reflexión: ¿Coopero con las necesidades de la Iglesia? ¿Mi apoyo a Cáritas, Manos Unidas o asociaciones solidarias es constante o me conformo con dar una limosna de tarde en tarde? ¿Mis críticas a la Iglesia van acompañadas de cariño y respeto por lo que representa? ¿Participo asiduamente en los sacramentos? ¿Me preocupo por aumentar mi formación cristiana? ¿Leo la Biblia? ¿Participo en algún grupo de reflexión cristiana en la parroquia?

SILENCIO (Música de fondo)

Peticiones de perdón comunitaria

                              Oh Dios nuestro y Dios de nuestros padres,
                              que nuestra oración llegue a Ti.
                              Ya lo ves, Señor,
                              no somos ni audaces ni endurecidos
                              ni te decimos: “Somos inocentes, no tenemos pecados”,
                              sino que los confesamos:
                              “Hemos pecado
                              Somos de verdad culpables.
                              Hemos sido rebeldes a tu voluntad,
                              hemos cometido abusos de confianza,
                              hemos blasfemado,
                              hemos incitado al mal,
                              hemos condenado al inocente,
                              hemos sido orgullosos,
                              hemos actuado con violencia,
                              hemos afirmado cosas falsas,
                              hemos dado malos consejos,
                              hemos engañado,
                              hemos despreciado cosas respetables,
                              hemos desobedecido,
                              hemos despreciado tus leyes,
                              hemos cometido injusticias,
                              hemos oprimido al prójimo,
                              hemos endurecido nuestro corazón,
                              nos hemos entregado a la corrupción,
                              hemos cometido acciones vergonzosas,
                              hemos seguido malos caminos,
                              hemos rechazado a nuestro prójimo,
                              hemos abandonado tus mandamientos,
                              para nuestra desdicha.
                              Y tú, tan justo en todo lo que nos sucede,
                              has seguido siempre actuando
                              con amor y fidelidad para con nosotros;
                              pero nosotros te hemos desconocido
                              y hemos pecado.

Presidente:

Padre, que has dispuesto los auxilios que necesita nuestra debilidad, concédenos recibir con alegría y mantener con una vida santa los frutos de tu redención. Por J.N.S.

PRIMERA PARTE DE LA ORACIÓN DE ABSOLUCIÓN
Toda la comunidad inclina la cabeza y los sacerdotes con las manos extendidas dicen:

                    DIOS, PADRE MISERICORDIOSO,
                    QUE RECONCILIO CONSIGO AL MUNDO
                    POR LA MUERTE Y LA RESURRECCIÓN DE SU HIJO
                    Y DERRAMO EL ESPIRITU SANTO
                    PARA LA REMISIÓN DE LOS PECADOS,
                    OS CONCEDA,
                    POR EL MINISTERIO DE LA IGLESIA,
                    EL PERDÓN Y LA PAZ.

Peticiones de perdón personal:

Cada uno-a se acerca a un sacerdote y pide perdón por sus pecados, actitudes negativas…
Recibe la segunda parte de la absolución:

“YO TE ABSUELVO DE TUS PECADOS EN EL NOMBRE DEL PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO. AMÉN”.

(Quien se ha confesado coge un grano de trigo para depositarlo en tierra. Y se le entrega a cada persona el salmo del corazón generoso para que pueda orar con él después de la confesión a modo de penitencia).

(Música)


PADRENUESTRO Y RITO DE LA PAZ 

Dios no necesita de nuestras oraciones ni de nuestras penitencias para ser perdonados. Su perdón es gratis. Pero vamos a rezar el padrenuestro en señal de que estamos dispuestos a seguir adelante y como penitencia comunitaria.

CONCLUSIÓN:

Acción de gracias

Oración final:

Gracias Señor, por darnos una nueva oportunidad.
Gracias por este perdón que nos renueva.
Gracias por ser nuestro Padre.
Ayúdanos a dar nuevas oportunidades a los demás,
a perdonar a los que nos ofendan
y a tratar siempre a los demás como hermanos.
Te lo pedimos con alegría y humildad Padre.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.


Bendición

Canto final: “Hoy, Señor, te damos gracias,…

          HOY SEÑOR TE DAMOS GRACIAS
          POR LA VIDA, LA TIERRA Y EL SOL
          HOY SEÑOR, QUEREMOS CANTAR
          LAS GRANDEZAS DE TU AMOR.
          Gracias, Padre, Tú guías mis pasos,
          Tú eres la luz y el camino,
          conduces a Ti mi destino
          como llevas los ríos al mar.
Celebración Comunitaria de la Reconciliación Celebración Comunitaria de la Reconciliación Reviewed by Parroquia de la Salud on marzo 23, 2018 Rating: 5

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