Pan de la Palabra. II Domingo de Pascua

PARROQUIA Nª Sª DE LA SALUD - SEVILLA-II DOMINGO DE PASCUA 8 ABRIL 2018
(Tomada de PARROQUIA DE SAN PÍO X)

ORACIÓN INICIAL:

Señor Jesús, nuestra fe es débil y precaria, como la del apóstol Tomás. Pero, queremos creer en ti, Señor y Dios nuestro. A veces, andamos buscando razones, pruebas y seguridad para creer. Pero tú nos dices: ¡Dichosos lo que crean sin haber visto! Tú eres, Señor, la razón de nuestra fe, esperanza y amor. Ábrenos, Señor Jesús, a los demás, a sus penas y alegrías, a sus deseos y fracasos, porque, cuando amamos y compartimos, estamos testimoniando tu resurrección en un mundo nuevo de justicia y fraternidad. Amén.

“DE GUSANO DE SEDA, A MARIPOSA”

De pequeño, ¿quién no crió gusanos de seda en una caja de zapatos? ¿Quién no salió a buscar hojas de moreras para alimentarlos? Con ilusión contemplábamos como devoraban aquellas pequeñas hojitas verdes. Y, ¡cómo crecían! Mirar como arrastraban su cuerpo blanco sobre el cartón, entre restos de hojas, era todo un espectáculo, solo amenazado por un presentimiento, de antemano conocido. El gusano se seda crece para morir. Él mismo, llegado un momento, buscaba un rincón en la caja para ir tejiendo su propia sepultura, el cascabullo. ¿Sabía el gusano que moría para dar vida? No lo sabemos. Pero, ¡con cuanta expectación esperábamos que el cascabullo se abriera para ver como de él, de la tumba del gusano, salía una hermosa mariposa, de alas blancas y libres, promesa de nueva vida. El gusano no ha muerto, se ha transformado en mariposa.

El Papa Francisco nos ha animado a dejarnos “iluminar por la Resurrección de Cristo, dejarnos transformar por su fuerza, para que, también a través de nosotros, en el mundo, los signos de muerte dejen lugar a los signos de la vida…” Se trata de vivir una certeza, “el Señor está vivo y camina a nuestro lado en la vida. Ésta es vuestra misión: Llevar adelante esta esperanza…, dando frutos de esperanza y de dignidad allí donde hay miseria y exclusión, donde hay hambre y falta de trabajo, en medio de los prófugos y de los refugiados, tantas veces rechazados por la actual cultura del descarte”…

La resurrección “sostiene nuestra esperanza y la transforma en gestos concretos de caridad”. “Él resucitó y con él resucita nuestra esperanza y creatividad para enfrentar los problemas presentes, porque sabemos que no vamos solos”.

LA PALABRA DE DIOS: JUAN 20,19-31

Al anochecer del primer día de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Entró Jesús, se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros. Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo. Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: Recibid el Espíritu Santo, a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos. Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían: Hemos visto al Señor. Pero él les contestó: Si no veo en sus manos la señal de los clavos, y no meto la mano en su costado, no lo creo. A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, se puso en medio y dijo: Paz a vosotros. Luego dijo a Tomás: Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente. Contestó Tomás: Señor mío y Dios mío. Jesús le dijo: ¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto. Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Éstos se han escrito para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.

PARA COMPRENDER MEJOR EL TEXTO:

CONTEXTO: Los discípulos se han hundido tras la ejecución de Jesús. Por eso, se encierran en una casa. Su vacio nadie lo puede llenar. Ya nadie piensa en salir por las calles y caminos anunciado el reino de Dios. Juan relata el cambio que la presencia de Jesús, lleno de vida, produce en ellos.

EXPLICACIÓN: Según el relato, lo primero que infunde Jesús en sus discípulos es “su paz”. Ningún reproche por haberle abandonado. En segundo lugar, Jesús, les invita de nuevo a salir, a poner en marcha la misión. ¡Hasta donde llega su confianza! Y para ello, les da el Espíritu Santo. Ahora sí son capaces de volver a sembrar esperanzas, de consolar a los pobres y de alumbrar un nuevo camino de vida para todos.

CONCRECCIÓN: Hoy, también, corremos el riesgo de vivir sin el Espíritu de Jesús, y así con convertimos en una Iglesia cerrada en sí misma y atada a tradiciones que ya poco dicen. Por eso, necesitamos “volver a Jesús” y experimentar su presencia viva entre nosotros. Solo Él puede impulsarnos a seguir su camino, a vivir en comunión, a renovar nuestras esperanzas, a hacernos anunciadores de su Buena Noticia.

No bastan nuestros esfuerzos. Es Jesús quien puede liberarnos del miedo hasta abrir nuestras puertas para compartir el Evangelio con nuestros familiares, amigos y vecinos… Jesús, “nos envía” lo mismo que a Él lo envió el Padre Dios. Nuestra tarea es la misma que el tuvo y tenemos que ser en nuestro mundo lo que Él fue en el suyo.

PARA DIALOGAR EN EL GRUPO O EN LA FAMILIA

Después de leer el Evangelio de este domingo:

¿Qué es para nosotros la fe?
¿En qué se parece y en qué se diferencia la fe humana (creer lo que dice mi vecina o lo que dice el cura) y la fe cristiana (creer en el Dios manifestado en Jesús de Nazaret)?

PARA LA REFLEXIÓN PERSONAL

Atrévete a preguntarte:

¿Por qué creo? ¿En qué se asienta mi fe?

PARA LA ORACIÓN PERSONAL O EN FAMILIA:

• Dedica un momento a abrirte a Jesús, para experimentar tu fe. Por muy cerradas que estén tus puertas, El quiere y puede entrar en tu vida, se pone en a tu lado para regalarte la paz.
• Acercarte a Jesús, haciéndole un sitio en tu vida a los heridos por la injusticia, la enfermedad, la pobreza y el abandono. Piensa en los que sufren y pídele a Jesús valor para dar un paso que te acerque a él a través de los hermanos heridos…
• Alégrate al ver al Señor tan cerca de ti, en los otros. No le pierdas el rastro a la alegría que él te regala para convertirte en testigo de su amor… Disfruta con el regalo que te hace…
• Termina cayendo en la cuenta de que la comunidad no es un lujo, sino una necesidad para experimentar la fe en el resucitado, y concreta una acción de gracias para compartirla en la próxima eucaristía de tu Comunidad. Ahora, agradece este rato de oración:

Gracias, Jesús, porque ante tu Resurrección, todo cambia.
A mí, débil y fallón, me conviertes en semilla de tu Reino.
Esta Iglesia nuestra, envejecida y achacosa, puede sorprender a todos.
A esta humanidad perdida y sin rumbo, le llega un haz de tu luz.
La fraternidad obrera, rota y violada,
surge como almendro en flor.
En ti, todo resucita, hasta hacer firme nuestra lucha y nuestra espera.
Los sueños de justicia y de igualdad adquieren su auténtica realidad

GRACIAS, JESÚS RESUCITADO

Jesús Resucitado,
todo cuanto vive, de ti recibe aliento.
Tú haces en el silencio
y obras en lo secreto.
Tú construyes sin hacer ruido
y sin vallas publicitarias.
Tú estás a la vez escondido
y profundamente presente,
como la levadura en la masa,
como el oxígeno en el agua.

Gracias a ti tenemos ganas de vivir
y de construir un mundo más humano.
Gracias a ti siguen vivos los gérmenes
de fraternidad y de unidad universales.
Gracias a ti, hombres y mujeres
de toda nación, lengua y color
van edificando los cielos nuevos
y la nueva tierra donde sea posible
entenderse en la diferencia.

Jesús Resucitado
acelera el día en que la Babel de la desigualdad
quede totalmente destruida
y un nuevo orden de valores
sea la carta magna
de todos los ciudadanos del mundo.
Espíritu del Señor resucitado
envuélvenos en tu paz,
para que sea posible un mundo de hermanos.
Tú que vives por los siglos de los siglos.

LECTURAS DEL PRÓXIMO DOMINGO, 18 de Febrero de 2012

Hechos 4, 32-35: Los discípulos pensaban y sentían lo mismo. Todo lo tenían en común.

Salmo 117: Dad gracias al Señor porque es bueno.

1ª Juan 5, 1-6: Lo que nace de Dios dignifica al mundo.

Juan 20, 19-31: Los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor.

RECUERDA

• Martes, 10 de abril, a las 17 h.: Consejo parroquial