Cena del Hambre

El pasado viernes, 9 de febrero se celebró en nuestra parroquia la "Cena del Hambre" con el lema "Compartir lo que importa”. Reunidos en torno a una mesa tan solo con pan y agua, recordábamos a la última cena. Y es que el compartir no se hace más latente que ese momento de la vida de Jesús.

Tras comenzar la celebración y un canto, Paula presentó el proyecto de Manos Unidas que apoyamos este año desde nuestro Arziprestazgo en Junin (Perú) Manos Unidas: Ayudando al desarrollo de Junin (Perú). Seguidamente se proyectó el video "Escuela de Kinshasa-Congo". Este video nos mostró una escuela en Kansenia (República Democrática del Congo), tanto el estado de los edificios como el interior de las aulas, en la que seis niños compartían una mesa y el material escolar escaseaba.

Continuaron los jóvenes de la parroquia que, a través de la palabra "comparte", ofrecieron varias reflexiones sobre el compartir y entregarse a los demás, siendo protagonistas las letras de “COMPARTE”. Terminaron proyectando una cruz hecha con sus manos.

Al terminar los jóvenes se realizó el canto

"Ama y haz lo que quieras"

Padre nuestro, dime quién puede
explicarle a los niños de aquí
tanta violencia, tanta tristeza,
que ya no hay donde jugar por ahí.
Porque los ríos se están secando,
porque en la tela tan sólo se ve
guerras y gentes que están llorando
por una droga que hace morir.

Padre nuestro, dime quién puede
acercar a los hombres aquí,
para que cambien armas por flores,
bombas por trigo, verdura y maíz.

Padre nuestro, dame una pista
dime la forma de sobrevivir,
de no perderme en esta jungla
de odio y miseria que no  tiene fin.

Tú que me escuchas,
tú que me entiendes
vuelve a sembrar la tierra de paz.
Tú que estás siempre cerca de todos
haz que en los hombres renazca el amor.

Padre nuestro abre los cielos
para que caigan semillas de ti,
y que a los ríos vuelvan los peces
y que en la tierra se pueda vivir.

Padre nuestro, dime quién puede
acercar a los hombres al fin,
para que cambien armas por flores
bombas por trigo, verdura y maíz.
Padre nuestro abres los cielos
para que caigan semillas de ti,
y que a los ríos vuelvan los peces
y que en la tierra se pueda vivir.

Padre nuestro, te lo pedimos
Haz que en los hombres renazca el amor.

Seguidamente se proyectó el video "Dime como ser pan", una alegoría sobre ser "alimento" para todo el que lo necesite. En esta canción se le pide al Padre la sabiduría para entregarnos a los demás y cubrir sus necesidades físicas o espirituales.

Para terminar con esta primera parte de la celebración se leyó el Evangelio de Mateo (Mt. 25). La lectura también nos llamaba a entregarnos a los demás. Jesús nos invitaba a dar de beber al sediento, a alimentar al hambriento y a vestir al desnudo. Fuimos conscientes de que somos afortunados y debemos escuchar las necesidades del tercer mundo.

Así llegamos a la hora de la cena que sirvieron los niños de catequesis y la disfrutaron muchos miembros de la comunidad. Un trozo de pan, un vaso de agua sería nuestro único alimento de esa noche. Bendecida la mesa dimos cuenta de tan suculento alimento.

 Finalizamos el acto con una Acción de Gracias y un canto de despedida.