Pan de la Palabra. Ascención del Señor



PARROQUIA Nª Sª DE LA SALUD - SEVILLA-ASCENSIÓN DEL SEÑOR 13 MAYO 2018
(Tomada de PARROQUIA DE SAN PÍO X)

ORACIÓN INICIAL:

Vengo Señor, junto a ti, lleno/a de preocupaciones. Y, así, como estoy, te pido la ayuda de tu Espíritu, para que abra mi mente y mi corazón de todo lo que me impide estar contigo con todo mí ser. Haz que tú seas mi luz; tu Palabra, mi alimento, y tu presencia, mi consuelo, de manera que todo mi ser y mi hacer reflejen tu rostro, para bien de los hombres y mujeres de nuestro mundo. Amén.

CREER EN EL CIELO Y HUMANIZAR LA TIERRA

El relato de la Ascensión de los Hechos de los Apóstoles termina con estas palabras, “Galileos, ¿qué hacéis ahí plantados mirando al cielo?”. Probablemente, trata de decir a los discípulos que no es el momento de permanecer pasivos mirando al cielo, sino de comprometerse activamente n la construcción del reino de Dios, con la esperanza puesta en el Señor.

A los cristianos se nos ha acusado, muchas veces, de estar demasiado atentos al cielo, y poco comprometidos en la tierra. Hoy, yo no sé si estamos más comprometidos en la construcción de un mundo más humano, pero, me parece que bastantes cristianos han dejado de mirar al cielo. Esto puede ser grave. Primero, porque olvidarse del cielo no lleva automáticamente a ocuparse de la tierra. Y segundo, porque ignorar al Dios que nos espera y nos acompaña hacia la meta final, no da una mayor eficacia a nuestra tarea humanizadora, ni olvidarnos de la felicidad a la que estamos llamados, acrecienta nuestra fuerza para el compromiso diario. Por eso, necesitamos que alguien nos recuerde; “Hombres y mujeres de hoy, ¿qué hacéis en la tierra sin mirar nunca al cielo?”. Los hombres hemos acortado demasiado el horizonte de nuestra vida. Nos contentamos con esperanzas demasiado pequeñas. Se diría que hemos perdido el anhelo de lo infinito.

No se trata de levantar nuestra mirada hacia el cielo como un acto de magia, sino de descubrir que Dios es Alguien que está llevando a su plenitud todo el deseo de vida y felicidad que se encierra en la creación y en el corazón de los hombres y las mujeres. Creer en el cielo es recordar que los hombres no podemos darnos todo lo que andamos buscando. Y, al mismo tiempo, creer que nuestros esfuerzos de crecimiento y búsqueda de una tierra más humana no se perderán en el vacío.

LA PALABRA DE DIOS: MARCOS 16, 15-20

“En aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once, y les dijo: Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda al creación. El que crea y se bautice se salvará; el que se resista a creer será condenado. A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos, y si beben un veneno mortal no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos y quedarán sanos. El Señor Jesús, después de hablarles, ascendió al cielo y se sentó a la derecha de Dios. Ellos fueron y proclamaron el Evangelio por todas partes, y el Señor actuaba con ellos y confirmaba la Palabra con los signos que los acompañaban”.

PARA COMPRENDER MEJOR EL TEXTO:

SITUACIÓN: Para comprender este Evangelio hemos de intentar superar una visión física de la Ascensión. Es difícil entender a un Jesús subiendo físicamente más allá de las nubes. Lucas, lo que intenta es trasmitirnos la exaltación o triunfo de Jesús, sirviéndose de tradiciones de la Biblia: el relato de la subida al cielo de Elías en un torbellino de fuego (2 R, 2, 1-18) o de Henoc, al que Dios se lo llevó al cielo (Gén. 5, 24).

EXPLICACIÓN: La palabra “cielo”, que repetimos muchísimas veces, tiene dos sentidos: Uno físico, se refiere al sistema de las estrellas y los astros, y otro teológico, donde no se refiere a un lugar, sino a una situación en la que seremos transformados si vivimos en el amor y en la gracia de Dio. Algo parecido a cuando uno está muy bien, y suele decir: “estoy en la gloria, estoy en un cielo”.

Cuando rezamos el Credo, y decimos que Cristo subió a los cielos no queremos decir que El, anticipándose a la ciencia moderna, emprendiera un viaje sideral, sino que creemos que Jesús se unió tan plenamente a Dios que vive con él "en una luz inaccesible" (1 Tim 6,16).

La subida de Cristo al cielo, habría que representarla como el pasar de Cristo del tiempo a la eternidad, de lo visible a lo invisible, de la realidad humana a la realidad de Dios.

La verdadera ascensión de Jesús empezó en el pesebre y terminó en la cruz: "todo está cumplido”. Había llegado a la plenitud total en Dios, por haberse despegado (muerto) de todo lo que en él era terreno. Sólo quedó de él lo que había de Dios. Esa es también nuestra meta.

CONCLUSIÓN: Durante su convivencia con él, los discípulos, no comprendieron su verdadero ser, porque lo Divino de Jesús no puede entrar por los sentidos, ni ser fruto de la razón. Su desaparición física les obligó a mirar dentro de sí, y descubrir en ellos el Espíritu que Jesús les “había dado”. Entonces se dieron cuenta que Jesús les estaba dando su misma vida. Nosotros, apegados a una imagen terrena de Jesús, debemos ir más allá de lo que sabemos sobre Jesús y tratar de descubrirlo en nosotros.

PARA DIALOGAR EN EL GRUPO O EN LA FAMILIA

El Evangelio de Marcos es muy preciso: “Después de conversar con sus discípulos, Jesús, el Señor, ascendió al cielo y se sentó junto a Dios, en el lugar de honor” Vamos a dialogar de este hecho:

La ascensión del Señor, ¿fue un hecho histórico, físico, espiritual, teológico...?
¿Cuál es el mensaje fundamental del de la ascensión?


PARA LA REFLEXIÓN PERSONAL

El evangelio de Marcos, se centra en el mandato del Señor: “Id por todo el mundo y proclamad la Buena Noticia”

¿Estoy asumiendo la misión propia de mi identidad como bautizado/a en Cristo Jesús?
¿En qué doy verdadero «testimonio» de Jesús y de su Causa, y en qué no lo doy aún?

PARA LA ORACIÓN PERSONAL Y/O EN FAMILIA

  • Antes de comenzar tu rato de oración, prepárate para ello. Guarda silencio y déjate acompañar por Jesús… Ábrele la puerta de tu casa, él quiere conversar contigo y agrandar la amistad que os une…
  • Relee despacio, de nuevo el Evangelio, y acoge la propuesta que Jesús te hace: Proclamar el Evangelio. Habla con Jesús de lo que haces o dejas de hacer para llevara otros su persona, su obra y su palabra…
  • Para ello, lo más importante es que tú mismo/a seas signo y testigo de Jesús. Decídete y no temas, te lo dice el Señor, “yo estaré siempre contigo”. Termina, dándole gracias a Dios con estas u otras palabras:

Señor, haz que yo sea tu testigo,
para comunicar tu amor y anunciar tu Reino.
Acompáñame para realizar esta tarea
con humildad y confianza, con valentía.
Que mi vida, como la tuya, sea un servicio a los demás,
una entrega gozosa de tu Evangelio.
Recuérdame constantemente que todo lo que puedo ofrecer,
de ti lo he recibido gratuitamente.
Ayúdame a vivir con responsabilidad el encargo que me haces,
siendo solidario con todos,
especialmente con los más débiles y empobrecidos.
Señor, que como María, tu madre y madre nuestra,
sepa yo guardar tu palabra y ponerla al servicio de mi familia,
de mis vecinos y de todos los que me rodean. AMÉN


ORACIÓN A JESÚS: EL DIOS QUE SE QUEDÓ CON NOSOTROS

Jesús, Amigo, un día volviste a la casa del Padre común, sin dejar de estar con nosotros. Por eso, hoy, te encargo este mensaje:

Dile al Padre, que te escucha en todo momento, que cuide de nosotros y de nuestro mundo:

Dile que nos haga fuertes para acabar: con el paro y con la crisis; con la explotación de los niños; con el negro futuro de los jóvenes…

Pídele, que acompañe a nuestras familias; que nos mantenga en la unidad y la paz; que a nadie le falte el trabajo ni el amor de los demás.

Pídele, Jesús, que crezcamos y vivamos como verdaderos amigos tuyos y sepamos construir un mundo fraterno, pacífico y justo.

Háblale, Jesús, al Padre de nuestras cosas. Pídele que no dejemos de confiar en ti; que pongamos en tus manos nuestra enfermedad, que nos acompañe en los malos tragos y dificultades de la vida,

Dile que nos recuerde lo de “perdonar setenta veces siete”.
Dile al Padre, Jesús, que aprendamos de ti a trabajar por las personas con todo nuestro empeño y, a descansar, poniéndolo todo en tus manos.
Porque todo lo nuestro es tuyo y lo tuyo es de todos nosotros.
Amen.

LECTURAS DEL RÓXIMO DOMINGO, 22 DE ABRI DE 2015


Hechos de los apóstoles 1,1-11: Lo vieron elevarse hasta Dios..

Salmo responsorial 46: Dios asciende entre aclamaciones..

Efesios 1,17-23/4,1-13: Todos estamos llamados a crecer a la medida de Cristo en su plenitud..

Marcos 16,15-20: Creció hasta ser igual a Dios..

Pan de la Palabra. Ascención del Señor Pan de la Palabra. Ascención del Señor Reviewed by Parroquia de la Salud on mayo 09, 2018 Rating: 5

No hay comentarios:

© Parroquia de Nuestra Señora de la Salud (Sevilla). Con la tecnología de Blogger.