Pan de la Palabra. Corpus Cristi

PARROQUIA Nª Sª DE LA SALUD - SEVILLA-CORPUS CRISTI 3 – JUNIO - 2018
(Tomada de PARROQUIA DE SAN PÍO X)

ORACIÓN PARA DISPONER EL CORAZÓN:

Jesús, Pan de vida, alimento para construir el Reino de la dicha humana, que tu Espíritu nos convierta en tu Cuerpo visible, viviendo contigo, trabajando contigo, esperando contigo y poniendo lo mejor de cada uno al servicio de que el pan cotidiano llegue a todas las personas; que el pan de la salud llegue a los pobres; que el pan del trabajo sea compartido, hasta acabar con el paro; que el pan de la educación alcance a todos los niños y jóvenes, porque merecen un futuro más humano y más digno… Danos, Señor, el pan de Vida para que seamos solidarios y fraternos. Amén.

LAS PROCESIONES DEL CORPUS:
¿Defensa de los derechos del pobre o galería de vanidades?

En la Fiesta del Corpus Christi, con palabras del papa Francisco, “nos reunimos en torno a la Eucaristía”, para celebrar que “la comunión con el Señor nos compromete a hacer de nuestra existencia un pan partido para los demás”. La marcha de la Custodia, por calles y plazas, ha de expresar que el Cristo-Pan es el mismo Jesús de los pobres. Su esplendor no debería estar en la plata y el oro de la custodia, sino en el compromiso de los participantes en la causa de los pobres. Pero, muchas veces, entre el romero, el tomillo y el incienso asoma un tufo de vanidades. Seguramente, los sacerdotes denunciarán la situación de pobreza, pero no se atreverán a cortar la ostentación y la fanfarria que desfigura la Eucaristía. En su cortejo se mezclan, cristianos clérigos y seglares, político, militares, profesores de universidad, magistrados, militares…, las fuerzas vivas, como si no tuvieran nada que ver con el paro, la emigración, los recortes en salud, en educación y en los derechos laborales... Parece como si se olvidara que compartir “el pan de cada día” es una exigencia del sacramento del Pan y del Vino. Por eso viene bien recordar unas palabras de San Juan Crisóstomo: “¿Quieres honrar el cuerpo de Cristo? Pues, no toleres que esté desnudo. No le honréis aquí con vestidos de seda, mientras fuera le dejáis que desnudo se muera frío. El que ha dicho: Esto es mi cuerpo..., ha dicho también: Me habéis visto pasar hambre y no me disteis de comer, y lo que no hicisteis con uno de esos pequeñuelos, tampoco lo hicisteis conmigo. El cuerpo de Cristo que está sobre el altar no necesita manteles, mientras que el que está fuera necesita mucho cuidado... ¿De qué le aprovecha a Cristo tener su mesa cubierta de vasos de oro, mientras él mismo muere de hambre en la persona de los pobres?”.

LA PALABRA DE DIOS: MARCOS 14, 12-16.22-26

“El primer día de los Ázimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual, le dicen sus discípulos: ¿Dónde quieres que vayamos a hacer los preparativos para que comas el cordero de Pascua. Entonces, envía a dos de sus discípulos y les dice: Id a la ciudad; os saldrá al encuentro un hombre llevando un cántaro de agua; seguidle y allí donde entre, decid al dueño de la casa: El Maestro dice: ¿Dónde está mi sala, donde pueda comer la Pascua con mis discípulos? Él os enseñará en el piso superior una sala grande, ya dispuesta y preparada; haced allí los preparativos para nosotros. Los discípulos salieron, llegaron a la ciudad, lo encontraron tal como les había dicho, y prepararon la Pascua. Y al atardecer, llega él con los Doce. Y mientras estaban comiendo, tomó pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio y dijo: Tomad, éste es mi cuerpo. Tomó luego una copa y, dadas las gracias, se la dio, y bebieron todos de ella. Y les dijo: Ésta es mi sangre de la alianza, que es derramada por muchos. Yo os aseguro que ya no beberé del producto de la vid hasta el día en que lo beba nuevo en el Reino de Dios. Y cantados los himnos, salieron hacia el monte de los Olivos”.

PARA COMPRENDER MEJOR EL TEXTO:

CONTEXTO: Jesús vive con una especial intensidad la última cena que comparte con los suyos la víspera de su ejecución. Quiere dejar bien grabado en el recuerdo de sus amigos lo que ha sido siempre su vida: Pasión por Dios y entrega total a todos, especialmente a los débiles. Por eso su insistencia: No me olvidéis nunca. Haced esto en memoria mía. Recordadme totalmente entregado a vosotros. Y haced vosotros lo mismo.

EXPLICACIÓN: Jesús mismo nos deja bien concretas las características de lo que han de ser nuestras celebraciones eucarísticas:

• La comunión de Jesús con nosotros es total y permanente. En el centro de toda comunidad cristiana está Cristo vivo y operante. Este es el secreto de la fuerza de la Comunidad.
• Comer y alimentar nuestra fe. Necesitamos escuchar su Palabra e introducirlas en nuestro corazón; necesitamos comulgar con él e identificarnos con su estilo de vida.
• Ser fieles, como Jesús, al proyecto del Padre, entregando nuestra vida, como él, a los débiles. “Haced vosotros lo mismo”.
• “Vivir en él, con él y por él”. La eucaristía nos moldea, nos une a Jesús, nos alimenta con su vida, nos familiariza con el Evangelio, nos invita a vivir en actitud de servicio fraterno y nos sostiene en la esperanza del reencuentro definitivo con él.

CONCLUSIÓN: Celebrar la Eucaristía es decir, como él: Esta vida mía no la quiero guardar para mí; no la quiero guardar exclusivamente para mi propio interés. Quiero pasar por esta tierra reproduciendo en mí algo de lo que él vivió, contribuyendo desde mi entorno y pequeñez a hacer el mundo un poco más humano.

PARA DIALOGAR EN EL GRUPO O REFLEXIONAR PERSONALMENTE

Dicen que en los tiempos primitivos, un hombre descubrió la manera de hacer fuego, y enseñó a toda su tribu a utilizarlo para calentarse, alumbrarse y cocinar. Éste se marcho, y, pasado mucho tiempo, volvió para comprobar cuanto había evolucionado su tribu. La tribu lo recibió con alegría y le llevó a un templo maravilloso, donde habían construido un altar y encima una urna de oro y piedras preciosas, donde guardaban los instrumentos de hacer fuego. Todos los días iban a contemplar los útiles de hacer fuego. Pero no había fuego por ninguna parte. Y el inventor del fuego, pensó: “Mi invento no ha servido de nada”.

¿Qué relación puede haber entre esta historia y la manera de muchos cristianos de situarse ante la Eucaristía?

Mi comunidad parroquial, que tiene su centro en la Eucaristía, ¿es realmente una comunidad entregada, como Jesús?

Cuando participo en la Eucaristía, ¿digo yo también: "tomad y comed, éste es mi cuerpo...", poniéndome en disposición de dejarme comer en el servicio a mis hermanos?

PARA ORAR PERSONALMENTE O EN FAMILIA:

• No se trata de leer, sino de orar. Por eso, guarda silencio y déjate acompañar por Jesús…
• Relee el Evangelio y cae en la cuenta de las palabras de Jesús: “Esto es mi cuerpo… Esta es mi sangre, derramada por vosotros…” y complétalo con las palabras que Juan pone en boca de Jesús, tras el lavatorio de los pies: “Os he dado ejemplo, haced vosotros lo que yo he hecho con vosotros”…
• Y habla con Jesús, porque orar es hablar con Jesús como un amigo habla con su amigo:

Jesús resucitado, siempre pan de vida:
alimento para construir el Reino de la dicha humana,
quiero pensar como tú, trabajar contigo y vivir en ti,
gastando mi vida en construir vida para todos.

Jesús, alimento de mi vida,
permíteme disfrutar de tu Reino:
repartiendo el pan y el vino de la hermandad;
luchando contra el sufrimiento de los débiles
y traduciendo en obras de justicia tu amor entregado.

Jesús conmovido” por toda miseria humana:
“Dame tus entrañas de misericordia ante toda miseria humana,
inspírame el gesto y la palabra oportuna frente al hermano solo y desamparado, ayúdame a estar disponibles ante quien se siente explotado y oprimido.
Que tu Iglesia, Señor, sea un recinto de verdad y de amor, de libertad, de justicia y de paz, para que todos encuentren en ella un motivo para seguir esperando”.

“ESTARÉ SIEMPRE CON USTEDES”

Estaré con vosotros todos los días.
A cualquier hora y en cualquier lugar.
Siempre. Es mi palabra y mi promesa.

Seré vuestro camino de vida,
el agua que os refresque en las fatigas,
la puerta que os dé entrada y acogida,
la fuerza de todos vuestros proyectos,
el amigo que siempre os hará compañía...

Pero también seré, y que no os pille de sorpresa,
el viento que os empuja siempre fuera,
la verdad que rompe vuestros esquemas,
el ladrón que os adelgaza y aligera
y el Señor que os quiere en la tierra.

Y esta es mi definitiva alianza
con vosotros y la Humanidad entera:
vosotros seréis mi cuerpo visible
y yo seré el pan que os alimenta
y el vino que os alegra e ilusiona.

Vosotros seréis, allí donde viváis y trabajéis
el signo de un Dios comprometido con todos,
siendo pan hecho carne, vino convertido en sangre,
palabra verdadera, que cambiará la historia entera
Seréis mi pascua, mi encarnación en la tierra,
la primicia de lo que los pobres esperan.

Seréis, mis brazos para acompañar soledades,
mi boca para clamar contra seculares injusticias
que se clavan en la carne de los más débiles,
mis pies para salir tras los perdidos y olvidados,
mi corazón para latir al unísono
con todos los corazones que desfallecen.

Estaré con vosotros todos los días.
A cualquier hora y en cualquier lugar.
Siempre. Es mi palabra y mi promesa.

LECTURAS DEL PROXIMO SABADO Y DOMINGO, 3 DE JUNIO, 2018

Éxodo 24, 3-8: “Esta es la sangre de la Alianza que hace el Señor con vosotros”.

Salmo 115: “Alzaré la copa de la salvación, invocando tu nombre” .

Hebreos 9, 11-15: “Cristo es mediador de una alianza nueva”.

Marcos 14,12-16.22-26: “Esto es mi cuerpo. Esta es mi sangre, sangre de la alianza, derramada por todos”.