Pan de la Palabra. II DOMINGO DE CUARESMA 2018

PARROQUIA Nª Sª DE LA SALUD - SEVILLA-II DOMINGO DE CUARESMA 2018
(Tomada de PARROQUIA DE SAN PÍO X)

ORACIÓN INICIAL:

Señor, yo también quiero verte
transfigurado en el Tabor de la vida.

Quiero ser todo ojos para verte en mi realidad.
Porque tú eres mucho más
que un espectáculo a contemplar;
eres una invitación para vivir y edificar.

Quiero ser todo oído, para escuchar la voz:
Este es mi Hijo, mi predilecto; escuchadle.

Concédeme, Señor, ver con tus ojos mi persona,
la creación y a los demás, hasta que,
mediante el servicio fraternal,
la tierra sea la casa de la Nueva Humanidad. Amén

CONTEMPLACIÓN Y LUCHA POR LA JUSTICIA

“Estábamos tristes. Eran unos momentos malos para aquel pequeño grupo de cristianos. Desde siempre, los pocos dueños y señores del pueblo, nos venían mirando con malos ojos. Pero las tensiones subieron de tono unos días antes, debido a la huelga de jornaleros. Hasta el cura, que algunas veces nos había acompañado, se sentía molesto. Nos sentíamos incomprendidos por nuestro mismo pueblo. El día de la reunión, Mari había preparado la oración, y nos leyó el episodio de la transfiguración de Jesús. En medio del silencio y de nuestra desilusión, Manuel, un compañero de oro pueblo, que vino a solidarizarse con nosotros, comentó: ¡Dejemos de masticar tristeza y vamos a centrarnos en lo que nos dice Jesús, el Obrero de Nazaret! Él mismo, después de ser reconocido por los profetas, como el que “tenía que venir”, y señalado por Dios, como “su Hijo único”, siguió hablando de que él tenía que “subir a Jerusalén”. ¿Por qué, en estos momentos no “le escuchamos”? Recordemos al Compañero que fue crucificado, y en Él se manifiesta la resurrección. Ahí está la luz que nos hace dar sentido a la cruz de cada día, que tanto nos cuesta asumir. Todos nos dimos cuenta que el Tabor iluminaba lo que estábamos viviendo y, en la tiniebla, brilló una nueva luz, cargada de futuro en la lucha por la justicia”.

ACOGE LA PALABRA DE DIOS

Génesis 22, 1-2.9-13.15-18: “… Sé que reconoces a Dios, ya que no me has negado algo tan querido como tu propio hijo…, por ello te colmaré de bendiciones…”

Romanos 8, 31b-34: “Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros? El que no perdonó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará todo con él? ¿Quién acusará a los elegidos de Dios…”

Marcos 9, 2-10: “A los seis días, Jesús se llevó a Pedro, a Santiago y a Juan, y subió con ellos a una montaña alta, y se transfiguró delante de ellos. Sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador, como no puede dejarlos ningún batanero del mundo. Se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús. Entonces Pedro tomó la palabra y le dijo a Jesús: Maestro, ¡qué bien se está aquí! Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra, para Elías. Estaba sorprendido, y no sabía lo que decía. Se formó una nube que los cubrió, y salió una voz de la nube: Éste es mi Hijo amado escuchadlo. De pronto, al mirar alrededor, no vieron a nadie más que a Jesús, solo con ellos. Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó: No contéis a nadie lo que habéis visto, hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos”.

PARA COMPRENDER MEJOR EL TEXTO:

SITUACIÓN: La noticia de lo que puede ocurrirle a Jesús en Jerusalén, hunde a los discípulos, y, Jesús, quiere consolarlos.

EXPLICACIÓN: El hecho puede entenderse como una “epifanía” (manifestación) o de una “aparición pascual”, que Marcos recuerda aquí, para confirmar que Jesús resucitará.

• “A los seis días”, se refiere a los días pasados desde que Jesús anunció su ida a Jerusalén, donde será condenado, en el monte, lugar sagrado, sucede este encuentro con Moisés y con Elías, representantes de la Ley y de los Profetas, que vienen a garantizar que el camino del Mesías pasa por la cruz.
• A Pedro le agrada todo lo que sucede, y quiere quedarse. En el fondo, los discípulos, como nosotros, no aceptaban la cruz. Incluso, habla la voz del cielo: ¡Este es mi Hijo! ¡Escuchadle! Pero, los discípulos no acaban de verlo claro.

APLICACIÓN: No se trata de que Dios programe, para Jesús y para nosotros, unos sufrimientos, para premiarnos con la gloria. Porque no se llega a la vida tras la muerte, sino que en lo que llamamos “muerte” está ya la Vida. La mayor gloria que podamos imaginar, ya está aquí. Pero está en la humillación y en la derrota, aceptada por amor, y no nos lo creemos. Sólo en la muerte de mi “ego” puedo alcanzar la verdadera “gloria”. Todavía no nos hemos creído del todo que Dios sea Padre, Amor, Misericordia, Compasión. Seguimos escuchando mensajes sobre un dios que premia a los buenos y castiga a los malos, que curiosamente siempre son los otros.

PARA DIALOGAR EN EL GRUPO O EN LA FAMILIA

Vamos a centrarnos en la Primera Lectura, Génesis 22,1-2.9ª.15-18, y sobre ella vamos a dialogar. La fe de Abraham fue "una fe contra toda evidencia"... Una especie de "obediencia ciega"

¿Hasta qué punto nos fiamos de la Palabra de Dios, como Abraham? ¿Cómo reaccionamos normalmente cuando esa Palabra nos trae complicaciones y comporta dificultades en la vida?

PARA LA REFLEXIÓN PERSONAL

Estamos en un tiempo donde todo se compra, se vende y se calcula fríamente...

¿Qué mensaje descubro nos en la transfiguración de Jesús para este tiempo tan atravesado por la seguridad y la comodidad?

PARA LA ORACIÓN PERSONAL O EN FAMILIA:

• Búscate un momento de sosiego para este rato de oración… Déjate llevar por Jesús a la montaña. Desde allí se ven las cosas de otra manera…
• Mira la realidad de tu vida, la de tus amigos y vecinos, la vida de los más débiles. No eres el único ni el primero que se queja del mal existente, de la injusticia, que casi siempre sufren los mismos… También Jesús se quejó, protestó y luchó contra este mal: Procura sentir el mismo dolor de Jesús.
• Vuelve ahora al camino de la vida con el gozo de este encuentro con Jesús, teniéndolo a Él por compañero: amando y sirviendo a los más pobres, sin huir de la cruz. ¿A quién vas a acercarte con las actitudes de Jesús?

En la cumbre del Calvario nos abriste el camino
para llegar al encuentro con el Padre: el abandono.
Junto a ti, en ti y por ti, ponemos nuestra vida en sus manos:
“Padre, me pongo en tus manos. Haz de mi lo que quieras.
Sea lo que sea, te doy las gracias. Estoy dispuesto a todo.
Todo lo acepto con tal que tu voluntad se haga en mi,
en mis hermanos y en toda la Humanidad”.
Ilumina nuestra vida con tu luz, Señor Jesús.
Tú no viniste a ser servido, sino a servir.
Que nuestra vida sea como la tuya:
Grano de trigo que muere en el surco del mundo.
Que sea así en verdad, Señor. Estoy dispuesto a vivirlo contigo.

GRACIAS, SEÑOR POR HABERTE FIJADO EN MÍ

Señor, como Pedro, soy duro de mente y de corazón
para entender y aceptar tus planes.
Como Santiago y Juan, soy “hijo del trueno”
y siento la tentación de imponer tu Evangelio

Y, a pesar de todo, me subes contigo
a la montaña de la fe y del seguimiento,
a la montaña de tu cercanía y tu conocimiento,
a la montaña de la oración y del encuentro contigo,
para que vea la belleza infinita de tu Reino
y aprenda de ti la verdadera vida.

No es fácil ser cristiano, hoy en día, Señor.
No es fácil bajar de la montaña,
en que escucho tu voz que disipa mi miedo,
a las calles, al trabajo, al mercado,
a un mundo tan indiferente y tan ajeno.

Ilumíname por dentro, Señor. Transfigúrame.
Ayúdame a bajar a la vida
llevando conmigo tu Luz, que ilumine mis pasos.

Que tu Luz y tu Verdad me guíen siempre y me conduzcan
más arriba, cerca de ti,
más abajo, donde alguien necesite mis manos,
más allá de lo conocido y lo seguro
saliendo, como Abrahán, de mi tierra y de lo mío.

RECUERDA:

TODAVÍA ESTAMOS A TIEMPO DE HACER NUESTRO PLAN PARA ESTA CUARESMA

• Viernes, a las 17h. 30: Celebración del sacramento del perdón con 3º de comunión
• Viernes, a las 19 h.: Via Crucis