Pan de la Palabra. V Domingo de Pascua




PARROQUIA Nª Sª DE LA SALUD - SEVILLA-V DOMINGO DE PASCUA 29 ABRIL 2018
(Tomada de PARROQUIA DE SAN PÍO X)

ORACIÓN INICIAL:

Señor, Tú eres el tronco cuyas raíces están en el corazón del Padre. Hazme un sarmiento tuyo, que permanezca siempre en ti, de manera que viva de la misma savia que Tú, de esa vida que brota del amor del Padre. Poda en mí todo lo que esté seco, para que mi vida de los frutos que tú esperas y la gente necesita. Amén.

CREYENTES ESTÉRILES

Así llamó el papa Francisco a los que dicen creer pero no nos capaces de amar, en el ángelus del día 29 octubre de 2017. Son palabras que vienen como el aceite a las espinacas para situarnos ante el Evangelio de hoy.

Dice Jesús que todo sarmiento, si está unido a él, produce fruto o, lo que es lo mismo, si no da fruto es que no corre por él la savia de la Vid. Así es la fe. Vive, crece y da frutos cuando se vive en comunicación con Cristo. Si esta comunicación se interrumpe, se corta la fuente de la fe y ésta se seca. Se podrá seguir diciendo, ¡soy creyente!, pero esa fe no será más que palabrería, vacía de contenido y de fuerza. Esa incapacidad para seguir creciendo en fraternidad, esa resignación e indiferencia ante el dolor de tata gente, esa falta de coraje para defender la justicia… ¿no está delatando la falta de comunicación con Cristo resucitado?

La falta de contacto interior con Cristo, como fuente de vida, conduce poco a poco a un ateísmo práctico, que invalida cualquier declaración de fe. Lo contrario es volver a Jesús, en él está la savia que nos hace cristianos. ¿Cómo hacer esto? El Evangelio lo dice claramente: acogiendo la Palabra de Jesús. Acercarnos a las páginas del Evangelio nos va poniendo en sintonía con Jesús, nos contagia su amor al mundo, nos va apasionando con su proyecto, va contagiándonos su Espíritu, en definitiva, nos va haciendo cristianos. La meditación personal del Evangelio nos cambia más que todos los discursos y sermones que nos lleguen desde fuera. Hemos de procurar que la savia de Jesús pase por nuestro corazón, si queremos que cambie nuestra vida.

LA PALABRA DE DIOS: JUAN 15, 1-8

“En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento mío que no da fruto lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto. Vosotros ya estáis limpios por las palabras que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará. Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos”.

PARA COMPRENDER MEJOR EL TEXTO:

CONTEXTO: Este evangelio, forman parte de las palabras de Jesús en la última cena. Jesús retoma la imagen de la vid que representaba al pueblo de Israel, para dejar claro que esa vid, ahora es Él mismo vivo en la nueva comunidad que él engendra en medio del mundo.

EXPLICACIÓN: La tarea del Padre es podar el egoísmo y el individualismo de los que ya dan fruto, para que den mejores frutos. Esta poda, la realiza el Padre mediante las correcciones de la comunidad. Cuando las hay, ¡cómo nos hace crecer y dar frutos!
El secreto de vivir la vida verdaderamente humana está en “permanecer unidos a Jesús”. Él es la vid, nosotros sus sarmientos. Pero, los sarmientos no son nada sin la vid.

Todos estamos llamados a dar frutos es decir, a hacernos personas servidoras, y defender una vida digna para todos. Este es el fruto que han de producir los que viven unidos a Jesús, como las ramas al tronco.

CONCLUSIÓN: La ausencia de compromiso por la justicia, la falta de entusiasmo por construir una nueva sociedad y por renovar nuestra Iglesia, por parte de tantos cristianos, y la desgana y rutina de tantas comunidades, ¿no son signos de una falta de comunicación viva con Cristo Resucitado? Alguien ha dicho que la mayor tragedia de los cristianos es querer vivir el cristianismo sin contar con Jesús, el Crucificado-Resucitado. Lo cierto es que uno empieza a descubrir la grandeza humanizadora de la fe cristiana, cuando acierta a construir su vida en contacto personal con él. Sólo entonces se descubre que Dios no es una amenaza para el hombre, sino la fuerza que nos humaniza. Sin profunda intimidad con Él, la fe se hace estéril y parece no conducir a nada.

PARA DIALOGAR EN EL GRUPO O EN LA FAMILIA

Juan pone en boca de Jesús, estas palabras: “el que permanece unido a mí da mucho fruto”. Todavía hay algún cristiano que afirma que eso quiere decir que “solo se salva el hombre o la mujer que está unida a Jesús” Vamos a dialogar de esto:

¿Qué pensamos? ¿No hay salvación para los que nos conocen a Jesús?

PARA REFLEXIONAR PERSONALMENTE

¿Estoy de verdad unido a Jesucristo?
¿Cuáles son las raíces últimas que alimentan mi vida?

PARA LA ORACIÓN PERSONAL O EN FAMILIA:

  • Guarda un momento de silencio. Dile a Jesús que se siente a conversar contigo como un amigo con otro amigo.
  • Cuando lo creas conveniente, fíjate en la imagen de la vid. Siéntete como una de esas ramitas unidas al tronco, formando una sola realidad con Jesús. Disfruta unos momentos sintiéndote así unido al Amigo, Jesús
  • Termina tu raro de oración, cayendo en la cuenta de que la vida que Jesús nos regala es para contagiarla, ¿a quién puedes darle vida con tus ánimos y tus esperanzas? Concrétalo y procura hacerlo a partir de hoy. Termina dando gracias a Dios con estas u otras palabras:

Gracias, Señor, porque la savia que me recorre es fuerte y pura, es divina y humana.
Eres Tú que potencia mi vida y das impulso a mi historia y a la historia

Tú eres la Vid, y como yo soy sarmiento, a veces me desaliento y reseco,
pero Tú estás ahí, renovando mi ilusión, haciendo junto a mí esta tarea
de construir el mundo a tu manera.

Gracias, Seños, tú eres la Vid fuerte, sujétame fuerte a tu tronco,
hazme dar fruto dulce y jugoso, mantenme transpirable y disponible,
no dejes secar mis ramas débiles, ni permitas que se endurezcan mis adentros,
porque Tú que conoces mis dudas y mis miedos.


SALMO DE LAS MUJERES Y HOMBRES NUEVOS

Necesitamos, Señor, volver a nuestro origen,
tocar la raíz de nuestra vida,
gustar la savia pura que nos alimenta,
y beber en ti, como la samaritana, y acercarnos a
los demás contagiando vida y esperanza.

Queremos experimentar tu amor inquebrantable,
convencidos de que nuestra vida nace
y permanece en ti, Vida de toda vida. Queremos
mirar en lo hondo de nuestro ser
y encontrarnos contigo,
que estás más en nosotros mismos y en los demás
que nosotros mismos.

Necesitamos experimentarnos como barro
en tus manos, manos de alfarero.
El único que puede hacernos humano.
Entonces, huirán los lamentos
y se marcharán los miedos que nos atenazan.

Que sintamos, Señor, la presencia del hermano,
de las otras ramas de la vid,
modelando también nuestra vida,
construyéndonos mutuamente y, contigo,
hacer nueva la historia, el mundo y la vida.

LECTURAS DEL RÓXIMO DOMINGO, 22 DE ABRI DE 2015


Hechos 9,26-31: Les contó cómo había visto al Señor en el camino.

Salmo 21: Alabarán al Señor los que le buscan.

1ª Juan 3,18-24: No amemos de palabra, sino con obras.

Juan 15,1-8: El que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante.

RECUERDA

  • Jueves, 3 de mayo, 17:30: Ensayo de 1ª comunión
  • Viernes, 4 de mayo: Celebración del perdón de niños de 1ª comunión, y ensayo de la celebración de la 1ª comunión
  • Sábado, 5 de mayo, 10:30 y 12:00: Primeras comuniones

Pan de la Palabra. V Domingo de Pascua Pan de la Palabra. V Domingo de Pascua Reviewed by Parroquia de la Salud on abril 26, 2018 Rating: 5

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